Lo primero que preguntamos cuando conocemos a alguien es: ¿cómo te llamas? ¿quién eres?.

Recuerda que el nombre que le des a tu negocio será tu tarjeta de presentación, esa primera impresión de tu empresa para poder conseguir la atención de tu público. Por eso es de suma importancia encontrar ese nombre inspirador que te represente.

Desde la primera vez que vemos un logotipo, lo guardamos en nuestras mentes y comenzamos a asociar tipos de letras, formas y colores con emociones e ideas específicas. Tan solo con verlo, nos guste o no, inmediatamente hacemos juicios de valor, percibiendo un negocio, producto o servicio de cierta manera.

Es importante entender que una marca tiene pocas oportunidades de impresionar y atraer clientes. Por eso el logotipo será el encargado de identificar tu negocio a nivel visual y lo que conecte con tu cliente y quien te recordará cuando busque tu producto o servicio.

Aquí trabajaremos la identidad de la marca, tanto visual como verbal. Definiremos el logotipo, la paleta de colores, la tipografía, el tono visual y verbal, la estética de las imágenes, estructuras compositivas, estilos gráficos y fotográficos, etc. Al tener definidas todos estos aspectos, desarrollaremos un manual o guía de estilo que será indispensable para poder seguir y respetar las pautas establecidas de cada elemento identidario y de las normas de uso de los mismos.